La población afro en Colombia contribuye con nuestra
identidad como nación, la cual por medio de danza, gastronomía, arte y
folclor busca la reivindicación de sus derechos. Las comunidades afro
descendientes hacen grandes aportes a la cultura colombiana.
El papel que juegan los carnavales y festividades
en estos procesos es de no dejar a un lado sus tradiciones culturales y
musicales y que a través de la historia no se pierda toda la majestuosidad y
belleza que se manifiesta en ellas. Seguir en la lucha sana del reconocimiento
de su música, danza, costumbres y tradiciones de otras culturas por las
distintas actividades realizadas durante el carnaval. Son importantes los
aportes de los afrocolombianos en las festividades ya que con estas
manifestaciones de cultura atraen a muchos extranjeros que visitan distintos
sitios del país y esto hace que se active el comercio, en cuanto gastronomía,
hoteles, transporte, artesanías, vestidos, y atrae grandes beneficios a los
integrantes de los grupos musicales y de bailes que hacen parte de nuestro
folclor. Los carnavales o festividades
juegan un papel importante en los afrocolombianos ya que están dejando ver sus
tradiciones populares, dando a conocer su música, su folklor, su vestuario, sus
instrumentos, en general su cultura, todo lo que expresan por medio dela
música, sus sentimientos de alegría, duelo, exaltación .Además con esto se está
cautivando la atención no sólo de personas que vienen fuera del país sino de
nuestra propia comunidad que no tiene conocimiento sobre lo que esto
representa, es turismo para Colombia, beneficios, reconocimientos, aumento de
la economía, entre otros.
Los afrocolombianos representan el 26,83% del total
de la población con más de 11 millones de ciudadanos.
APORTE DE LOS AFRODESCENDIENTES AL DESARROLLO
CULTURAL DE COLOMBIA:
1. Los pueblos no
olvidan sus alimentos familiares. Al venir los negros a América trajeron
los frutos a que estaban familiarizados: la patilla o sandia; el gombo que
encontramos hoy en el departamento de Bolívar; el ñame y, posiblemente, varias
especies de plátanos.
2. Asimismo los hombres se apegan a sus ritmos musicales. Cuando el negro se vio en América, y su padecer y el azote de sus amos le dieron tregua una de sus primeras aspiraciones debió ser la de reconstruir sus primitivos instrumentos musicales, un carrizo, una tambora, para modular con ellos una evocación de su patria perdida, y, al oírla, otros negros y negras debieron sentir el escalofrió de una alegría dormida en el recuerdo y saldrían al ruedo para revivir, a ocultas de sus opresores, su antigua y nueva danza, que es su manera de interpretar la alegría y la gracia, la belleza y el amor. Nació así la música Afroamericana.
2. Asimismo los hombres se apegan a sus ritmos musicales. Cuando el negro se vio en América, y su padecer y el azote de sus amos le dieron tregua una de sus primeras aspiraciones debió ser la de reconstruir sus primitivos instrumentos musicales, un carrizo, una tambora, para modular con ellos una evocación de su patria perdida, y, al oírla, otros negros y negras debieron sentir el escalofrió de una alegría dormida en el recuerdo y saldrían al ruedo para revivir, a ocultas de sus opresores, su antigua y nueva danza, que es su manera de interpretar la alegría y la gracia, la belleza y el amor. Nació así la música Afroamericana.
Los aportes que se identifican en cuanto a la
identidad musical en nuestro país son:
- · El porro que surgió alrededor de 1870 en Mompox con calendario obeso como su descubridor.
- · El bambuco, se creó tomando elementos muy africanos y se tomó como música nacional.
- · La danza habana, surgió a finales del siglo XIX, se convirtió en el tercer elemento junto con el bambuco y el pasillo.
En los últimos años se han adoptado musicales de
origen afroamericano, el rap, sin embargo resulta más significativa la creación
de géneros más autóctonos como son la terapia y la champeta, la historia de
este género pone de manifiesto procesos de influencia de“idayregreso”entre
América y África. Los aportes son
muchos, vemos como los afro descendientes nos dejan legado de su cultura con la
música, como los tambores, los cantos fúnebres, cantos de boga.
3. Sin embargo la
cualidad y dote más permanente de la raza negra habían de ser sus creencias
religiosas y sus ritos, los cuales, a pesar de la esclavitud, tuvieron larga
permanencia en tierras para ellos extrañas de América.
4. Entre los negros es
notable el arte de los tejidos elaborados con hojas de palma. Es muy probable
que muchas manifestaciones de esa habilidad y de esa gracia que presentan los
objetos folklóricos americanos nos vengan del África.
5. La medicina negra, también el arte,
envuelven en sí un elemento de terror mágico y sugestivo. El mismo se advierte
en muchas de las prácticas médicas y en la personalidad de los curanderos
populares en América y en los bailes hipnotizantes como el batuque.
6. Para el europeo,
la muerte es tristeza fría y callada, para el indígena es fiesta y para el
negro es alarde de sentimientos. También nuestros negros juntan a sus velorios
todas las lamentaciones cargadas de dolor y cantan sus afras.
Como recuerdo africano podemos tomas también
esa costumbre y habilidad con que las negras americanas llevan en la cabeza las
ollas, los cantaros, a veces pesados, o también objetos ligeros, manteniendo el
equilibrio y el ritmo de andar por senderos escabrosos y largos caminos.
Pero, sin duda, el aporte más considerable
del negro a su nueva sociedad en América fue su cuerpo y sus dotes
hereditarias, su pigmento y su piel, sus músculos y sus caderas, su pelo y su
andar, su salud en los peores climas y su reciedumbre para trabajar en ellos.
Lo bueno y lo malo del África se debe aceptar
como es y porque es parte de nuestra vida nacional. Porque a los negros se les
debe culpar también la introducción de varias enfermedades en América tropical,
una de las cuales, y no la menor, es la anemia tropical determinada por ciertos
gusanos intestinales.
7. No es superfluo recordar, por
último, la extraordinaria superioridad física del negro en los deportes ya sea
como boxeadores, como futbolistas, beisbolistas, corredores y en casi todos los
deportes de exigencia física.